El sector energético siempre es un punto importante para el seguimiento de la economía en todos los sectores, incluyendo los departamentos de compras, ya sea por su impacto directo o indirecto en todos los segmentos. Sin embargo, recientemente se han debatido varios aspectos positivos y negativos del sector. Este texto es un resumen para informar a los compradores sobre los principales puntos del sector, de modo que puedan planificar las posibles oportunidades y riesgos para este año.
Comenzando por los aspectos positivos, según el ONS y otros organismos como el Operador Nacional de Energía, los sistemas hidroeléctricos nacionales en todas las regiones de Brasil presentan niveles históricamente altos de agua almacenada en reservas, superiores al 85% en varias regiones, lo que apoya la previsión de ANEEL de que la bandera verde en las cuentas debe permanecer durante 2023 y posiblemente 2024.
Sin embargo, además de esto, cabe destacar que la generación de energía, especialmente la autogenerada, ha experimentado un crecimiento significativo en Brasil en los últimos meses, alcanzando los 20 GW en abril, según Aneel, impulsada principalmente por la energía solar en pequeños sistemas, como tejados y fachadas. Este auge de la energía solar comenzó en 2022 con el marco legal para la generación distribuida, que generó un gran impulso al sistema, ya que garantizó la gratuidad de la Tusd (tarifa por el uso de la red de distribución) hasta 2045 para quienes instalaran el sistema hasta el 23 de enero. Con este crecimiento, en 2022 Brasil entró por primera vez en el ranking de los 10 mayores productores de energía solar, ocupando el octavo lugar. Sin embargo, cabe destacar que la energía eólica también está creciendo significativamente, con factores como la inauguración del primer complejo de energías renovables asociadas del país, ubicado en Paraíba, que genera energía a partir de ambas fuentes. Estas inversiones generan más seguridad energética para Brasil, reduciendo los riesgos de aumentos de energía en casos de sequía, además de presentar varias nuevas oportunidades para que las empresas inviertan en ESG y reduzcan su huella de carbono, un punto muy importante para que los compradores monitoreen.
Además, existen otras iniciativas políticas en pos de un futuro más verde, como el reciente inicio de los trabajos de la Comisión Especial para el Debate de Políticas Públicas sobre Hidrógeno Verde en el Senado Federal, que debería durar dos años y debatir medidas para fomentar esta tecnología en el país. Muchos países del mundo consideran que el hidrógeno verde es una de las mejores opciones para descarbonizar la economía y que podría reemplazar otros sistemas de almacenamiento de energía, como las baterías. Brasil cuenta con una ventaja de producción sobre muchos otros países gracias a su matriz energética.
Además, cabe mencionar en el ámbito político el Proyecto de Ley 414/2021, que amplía el acceso al mercado libre de energía para todos los consumidores, incluidos los de baja tensión (residenciales), y que ya ha sido aprobado en el Senado y se encuentra en la Cámara de Diputados. Si bien la industria y las grandes empresas ya tienen acceso al mercado libre, este cambio, de aprobarse, podría transformar drásticamente el panorama nacional de la distribución energética e impactar directamente a las empresas.
Sin embargo, el principal punto de incertidumbre en 2023 es la Central Eléctrica de Itaipú. Este año finaliza el pago del financiamiento a 50 años de la planta, por lo que está prevista la renegociación del denominado "Anexo C" del tratado de la planta entre Paraguay y Brasil. Este tratado establece las bases financieras para la comercialización de energía de la planta, además de los enfoques de inversión de la empresa estatal que la gestiona, y el gobierno brasileño busca una mayor inversión en temas sociales y ambientales. Cabe destacar que Itaipú produce el 86% de la energía de Paraguay, y cada uno de los dos países tiene derecho a la mitad de la producción de la planta y, si no la utiliza en su totalidad, según el acuerdo, debe vender el excedente a países vecinos a un precio predeterminado, como ocurre con las ventas de Paraguay a Brasil. Son estos modelos de valor y de ventas los que están en discusión y guían un aspecto importante de las elecciones paraguayas previstas para este mes, con 2 candidatos con distintas visiones compitiendo con chances de una segunda vuelta.
En los últimos años, se han intentado varios acuerdos entre ambos países, pero no se ha logrado ninguna concesión. Este año debería lograrse, con negociaciones sobre mayores valores de venta, ventas en el mercado libre de energía e incluso la posibilidad de que Paraguay venda a países distintos de Brasil, como Argentina, por ejemplo. Dada la importancia de Itaipú en la generación eléctrica, cualquier acuerdo alcanzado podría tener repercusiones nacionales que los compradores deberían monitorear, especialmente si se avanza hacia mayores concesiones brasileñas a Paraguay.